Los caballos
para la equinoterapia deben tener características específicas que le den la
seguridad necesaria al usuario y además deben posibilitar el tratamiento
adecuado para la persona. Es por esto que la elección que se haga del caballo
va a variar dependiendo de las características que este tenga, de cuales sean
los objetivos que se quieren conseguir con la terapia y de las capacidades que
tenga el usuario.
Las
características específicas son:
Carácter: Deben
ser pasivos y tranquilos, de fácil adaptación (deben permitir que diferentes
personas se suban), colaboradores en los requerimientos de la terapia en este sentido, es importante además
familiarizar al caballo con los distintos materiales que se pueden utilizar en
las terapias como por ejemplo, con pelotas, argollas, entre otros materiales
didácticos que pueden asustar al caballo de no estar familiarizado. Para esto
es esencial el entrenamiento que recibió el caballo durante sus primeros años
ya que de este modo se evitan caballos asustadizos y con malos hábitos
(cabeceos, irritables).
Entrenamiento:
Los caballos deben ser entrenados para permitir la monta de niños en situación
de discapacidad junto a los guías y / o los jinetes, estar acostumbrados al
llanto de los niños, los dispositivos que los acompañan y los materiales con
que interactúan. También deben estar entrenados para realizar diversos
movimientos que requerirán de variadas habilidades como el equilibrio.7
Cuidado: Los
caballos deben ser evaluados por un veterinario para ser un animal sano,
mantener las vacunas al día para prevenir las enfermedades y tener actividad
diaria; se debe mantener una alimentación adecuada, (se recomienda no darles
avena) y brindarles buenas condiciones para vivir, afecto y un trato afectuoso,
además de tener un tiempo determinado para su descanso.
Constitución: Las
características morfológicas de los caballos que participen en estas terapias deben ser “ideales”, con la espalda bien formada y blanda, el perímetro
toráxico puede variar entre redondos o angulares (ambos tipos permiten la
estimulación motora), piernas rectas y una pisada correcta esto porque es muy
importante cómo realiza el desplazamiento el caballo, donde el paso bípedo
diagonal del caballo provoca en quien lo monta patrones similares a cuando una
persona camina pues genera movimiento de la cintura pélvica en el plano
horizontal y vertical, y una rotación hacia la izquierda y hacia la derecha.
Además un desplazamiento correcto provoca en quien está montando el caballo,
realice ajustes tónicos para equilibrarse, graduación de estímulos
propioceptivos, táctiles y kinestésicos lo que hace posible la rehabilitación a
través de esta terapia.
Sawaryn D. Features of a horse and mechanisms of therapeutics effects'. Fizjoterapia
2008 01;16(1):104.
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